El frenazo de la inversión y la urgencia de contener nuevos retiros de fondos: las claves de un IPoM marcado por las alertas del sobrecalentamiento
El Informe de septiembre está marcado por las numerosas alertas que emitió el Banco Central.
- T+
- T-
El Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre está marcado por las numerosas alertas que emitió el Banco Central ante los riesgos ya evidentes de sobrecalentamiento de la economía, en virtud del histórico crecimiento que ha exhibido la actividad en lo más reciente y la masiva inyección de recursos a los bolsillos de los consumidores, vía subsidios estatales y retiros de fondos previsionales.
Crecimiento: bonanza hoy, vacas flacas hacia adelante
En términos de las proyecciones, el emisor modificó al alza su estimación para el Producto Interno Bruto (PIB) de este año, a un rango entre 10,5% y 11,5%, dos puntos porcentuales mayor que lo esperado en junio.
¿La justificación? Principalmente un consumo privado que ha repuntado mucho más rápido de lo previsto por las inyecciones de recursos a los consumidores, una tendencia que el banco cree que se mantendrá en el corto plazo.
Y dado que el despegue económico será histórico este año, el aterrizaje será igualmente vertiginoso en los próximos dos años.
Esto porque el banco recortó en 50 puntos su rango de expansión para 2022, a entre 1,5% y 2,5%, mientras que para el año posterior la baja fue de mayor magnitud: 75 puntos y ahora espera que la economía crezca entre 1% y 2% en 2023.
"Pese a que se anticipa también un mayor nivel de gasto privado para el próximo año, la mayor base de comparación resulta en un rango de crecimiento estimado para el 2022 más bajo. Hacia el 2023, la paulatina desaparición de los efectos de la política fiscal y la acción de la política monetaria reducen el rango de crecimiento estimado para dicho año", justificaron los consejeros en el informe.
La alta inflación nos seguirá acompañando por un año más
El ajuste al crecimiento esperado no fue el de mayor magnitud entre las proyecciones del banco. El emisor sorprendió al estimar que la inflación cerrará el año en un 5,7%, 1,3 puntos porcentuales mayor a lo previsto en junio. Así, se supera por lejos el objetivo del emisor, que es mantener los precios acumulados por debajo del 4%.
Pero el escenario de encarecimiento del costo de la vida se mantendrá por cerca de un año más, ya que el panorama del IPoM contempla que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mantendrá en el vecindario del 5% hasta mediados del 2022.
¿El factor detonante? El mayor consumo y el boom de liquidez por los retiros de fondos y las ayudas estatales.
"Las proyecciones de inflación de corto plazo se revisan al alza de manera importante por el fuerte dinamismo del consumo, la depreciación idiosincrática del peso, los mayores precios internacionales de los combustibles y una oferta global y local que aún no logra reponerse del todo", señalaron los consejeros.
Los factores que detendrán el avance de la inversión
La inversión, medida como formación bruta de capital fijo, tendrá un repunte de 16% este año, dejando atrás el 11,4% que preveía el banco en el IPoM anterior.
Pero al igual que con la actividad, el alza histórica de 2021 dará paso a una fuerte corrección en los años posteriores, ya que el IPoM rebaja a apenas 0,3% y 0,6% el crecimiento del indicador en los próximos dos años, lejos del 3,2% y 2% que anticipaba en junio, respectivamente.
¿La razón? Los consejeros apuntaron a factores "restrictivos" que están frenando el desarrollo de proyectos nuevos, más allá de la renovación de algunas maquinarias y la entrada de iniciativas en energías renovables.
"En este caso, a la exigente base de comparación del 2021 se suman la lentitud que sigue mostrando la aparición de nuevos proyectos de envergadura —con la excepción de aquellos de energías renovables—, la significativa alza de las tasas de interés de largo plazo, el impacto de la depreciación del peso, el deterioro de la bolsa y una incertidumbre que sigue elevada en perspectiva histórica. El comportamiento esperado de la inversión en Chile difiere de lo que se prevé en otras economías, donde la recuperación posterior a la pandemia está mostrando una tracción mucho mayor de esta parte de la demanda", argumentaron las autoridades.
La cautela por el alto gasto público
El banco también se hace eco del histórico impulso de las finanzas públicas, calculando que el gasto fiscal nominal anotará un crecimiento de 35% este año, superior al 25% que proyectaba en junio. Esto derivará en un déficit fiscal de 7% del PIB al cierre del actual ejercicio.
En este escenario, la autoridad monetaria refuerza el llamado incorporado en el último Informe de Finanzas Públicas y la advertencia lanzada por el Consejo Fiscal Autónomo, de que es el momento de comenzar a retirar el sobregasto estatal.
"Desviaciones respecto de esta trayectoria serán particularmente relevantes para la política monetaria, no solo por los impactos que la política fiscal tiene en el gasto privado, sino también por sus implicancias sobre las variables del mercado financiero, en particular la evolución de las tasas de interés de largo plazo y el tipo de cambio", advirtió el documento del emisor.
Seguir discutiendo retiros puede alterar el funcionamiento del mercado
Los rescates anticipados de los fondos previsionales se mencionaron en varias oportunidades dentro del IPoM. Sin embargo, la advertencia más evidente fue en el análisis de los escenarios de riesgo, donde el instituto emisor enfatiza que el efecto financiero de los retiros ya están presentes hoy.
¿Cuáles? Un aumento de la liquidez de los hogares que impulse el "ya fuerte dinamismo del consumo, presionando aún más los precios y la trayectoria de la inflación".
A esto se le agrega que continúe la discusión sobre acceder anticipadamente a los fondos, lo que podría implicar un cambio "estructural" en la percepción del ahorro de la parte de los agentes económicos, cuyos efectos podrían "alterar significativamente" el funcionamiento de los mercados financieros .
"Es muy probable que nuevos retiros de ahorros previsionales, más aún la probabilidad de retirar el 100% de ellos, lleven a los distintos agentes a considerar que está ocurriendo un cambio estructural en la base de ahorro de la economía, la que ha sido clave para el desarrollo del país, la dinámica de la inversión y el acceso del fisco a financiamiento a un costo adecuado. Un cambio en esta dirección provocaría múltiples efectos negativos difíciles de cuantificar, pero cuyo impacto sin duda será grande y muy persistente", alertaron los consejeros.
Respecto de este tipo de escenarios, el IPoM enfatiza que ningún banco central cuenta con facultades, instrumentos o recursos para "neutralizar riesgos de tal envergadura y restaurar los equilibrios macroeconómicos".
Urgencia de revertir el sobregasto
Ya hacia los párrafos finales del informe, el Consejo reitera la necesidad de apurar el tranco para aumentar la tasa de interés, ante los riesgos de sobrecalentamiento de la economía, reforzando que es necesario para evitar que se produzcan "desequilibrios dañinos para el bienestar de las personas".
"La economía ya superó los impactos inmediatos de la pandemia en la actividad, y es necesario que las políticas públicas vayan adaptándose para evitar que los desequilibrios entre producción y gasto se prolonguen en el tiempo y generen costos elevados para el país. El PIB ya recuperó los niveles previos al inicio de la crisis social, reflejo del significativo esfuerzo de personas y empresas, que ha estado apoyado por un conjunto de medidas donde la política monetaria ha cumplido un rol significativo", recalcaron los consejeros.
Acto seguido, manifestaron que la magnitud de las políticas de estímulo a la demanda ha llevado a que el consumo exhiba un dinamismo "muy superior" al de otros componentes del gasto privado.
"Sostener un crecimiento con estas características sería muy perjudicial, en particular porque no cooperaría a reducir las brechas que aún existen en el mercado laboral", cerraron.